Antes de la administración

1. Comprobar la identidad del paciente, según el procedimiento de aplicación en el Servicio Gallego de Salud.
2. Respetar la intimidad del enfermo y guardar confidencialidad de sus datos.
3. Informar al paciente y/o al cuidador principal del procedimiento a realizar y solicitarle su colaboración, a ser posible, recalcando su utilidad, usando un lenguaje comprensible y resolviendo sus dudas y temores. En el caso de pacientes pediátricos explicarles el procedimiento a los padres. 
4. Solicitar su consentimiento de forma verbal, siempre que sea posible.
5. Identificar a los profesionales sanitarios que van a intervenir en el procedimiento
6. Siguiendo los cinco principios de la administración de la medicación verificar: fármaco, dosis, vía, hora y paciente correcto. Asegurarse de que no existe contraindicación o alergia al fármaco. Seguimiento y monitorización de posibles reacciones alérgicas medicamentosas (RAM) o efectos adversos (EA).
7. Identificar correctamente el ojo donde vamos a aplicar el tratamiento, derecho (OD), ojo izquierdo(OI) o ambos ojos (AO).
8. Comprobar la prescripción con la etiqueta del fármaco y que ambas estén claramente escritas. Verificar también la fecha de caducidad. No aplique ningún medicamento en los ojos si la etiqueta no indica específicamente para uso oftálmico.
9. Asegurar que toda el equipamiento necesario esté a la mano.
10. Es preciso que el personal sanitario conozca la duración y finalidad del tratamiento para poder facilitar la adherencia del paciente al mismo.

Preparación del paciente:

1. Sentar al paciente con la cabeza inclinada hacia atrás o bien acostado en   decúbito supino y, si no hay contraindicación, con el regazo en leve hiperextensión
2. Lavado higiénico de las manos.
3. Poner guantes.
4. Retirar las prótesis oculares y las lentillas, si las tuviera.
5. Se hay legañas o secrecións nos anexos oculares, limpiarlas suavemente con una gasa impregnada en suero fisiológico. Para no introducir microorganismos en el conducto lacrimal, limpie siempre desde lo cuánto interno al cuanto externo del ojo. Utilice una gasa nueva para cada pasada.

Administración de la medicación:

1. Abrir y retirar el tapón del medicamento (sean gotas o pomada) colocando en el cierre una gasa para evitar su contaminación, y dejar la tapa boca arriba para evitar la contaminación de los bordes. Anotar en el frasco a fecha de apertura. Un amplio porcentaje de este envases están contaminados por la mala manipulación.
2. Estirar suavemente la piel del párpado inferior como sigue: coger una gasa limpia y colocarla sobre el pómulo del paciente (esto ha de hacerse para que la gasa absorba el medicamento que desborde, de ser el caso) con el dedo índice de la mano no dominante apoyado en la gasa presionar suavemente hacia abajo, de tal manera que quede expuesto el saco conxuntival. Es importante indicarle al paciente que procure mirar hacia arriba para que se reduzca el pestañeo. 
3. Administre la medicación.
4. Las vías de administración de fármacos en oftalmología son:
    

Vía tópica: es la más extendida, se lleva a cabo mediante gotas, geles o ungüentos. Es ideal para el tratamiento de la patología del segmento anterior, ya que los fármacos administrados de este modo  penetran  adecuadamente  en la conjuntiva,    la córnea  y el iris. Sin embargo, es difícil conseguir concentraciones adecuadas de fármacos en la retina o en la coroides mediante esta vía. Por convenio, los tapones de los botes de colirio tienen un código de color para su rápida identificación y para evitar errores; así, los anestésicos tienen tapón amarillo, los midriáticos rojo, los mióticos verde, y el resto (antibióticos, lágrimas artificiales, etc.) blanco.

Instilación de las gotas oftálmica 

1. Desechar la primera gota.
2. Con la mano dominante descansando sobre la frente del paciente, sostenga el cuentagotas o el frasco con el medicamento 1-2 cm por arriba del saco conjuntival. Al tener la mano apoyada y el recipiente a esa distancia, se previenen tanto los traumatismos como las infecciones.
3. Instile el medicamento en el centro del fondo del saco conjuntival. Aplicar las gotas en el saco conjuntival. No hacerlo nunca directamente sobre la córnea para evitar molestias en el paciente. Los medicamentos empleados para la lubricación de la córnea y las gotas de anestesia local son la excepción la esta técnica, se colocan directamente arriba del ojo.
4. Con una gasa, apriete firmemente sobre el conducto lacrimal durante 30-60 segundos. De este modo se prevén lo desbordo hacia las vías nasales y hacia la faringe y la absorción a la circulación sistémica.

Administración de la pomada oftálmica

1. Desechar la primera porción de la pomada.
2. Con la mano dominante, aplique una tira fina y uniforme de pomada en el saco conjuntival, desde la parte mas  interna a la  externa del ojo. Mantenga una distancia de 1-2 cm entre el tubo y el saco conjuntival, con el fin de evitar los traumatismos y las infecciones.
   Al llegar al punto externo, gire levemente el tubo en sentido contrario (con eso se facilita el desprendimiento de la pomada); limpiar con una gasa a pomada sobrante.
3. Pidale al paciente que cierre los párpados con suavidad, pero sin apretarlas. Así, el medicamento se distribuirá uniformemente por el ojo.
4. Cuando el tratamiento es múltiple con administración de diferentes  colirios a la misma hora, la administración de cada uno de ellos debe realizarse por lo menos con un intervalo de 5 minutos.  Indicar al paciente que pestañee y no realizar lavado de ojos entre las aplicaciones.
5.  Retirar lo que sobre de la medicación con una gasa (siempre desde la parte  interna ala externa del ojo).
6. Colocar un apósito oftálmico si está indicado.         
7. Cerrar el frasco asegurando una técnica aséptica para evitar la contaminación.
8. Ayudarle al paciente a adquirir la postura cómoda.
9. Recoger el material empleado  y proceder a  su limpieza  o eliminación en el contenedor adecuado.
10. Quitar los guantes y realizar un lavado higiénico de las manos.