Usar el sondaje vesical solo cuando sea estrictamente necesario. Considerar otros métodos, y evaluar diariamente la necesidad de permanencia de la sonda vesical (categoría IA).
Retirar el catéter vesical tan pronto como sea posible (categoría IA).
A menos que haya otra indicación clínica, usar siempre el catéter de menor calibre posible (categoría II) .
El personal debe estar atento continuamente al riesgo de infección cruzada entre pacientes portadores de sonda vesical. Deberán ser estrictos en la aplicación de los protocolos de higiene de manos y la necesidad de usar guantes deshechables (categoría IA).
Uso rutinario de lubricantes anestésicos no es necesario (categoría II). El uso de lubricante anestésico durante el sondaje está asociado a la merma del dolor en el caso de hombres y niños mayores de 4 años (categoría IB). No hay evidencia de que sea así en el caso de la mujer y niños menores de 2 años.
La frecuencia de recambio de la sonda vesical vendrá determinada por las indicaciones del fabricante. El recambio rutinario de la sonda o bolsa de drenaje no está recomendado. Este se hará basado en indicaciones clínicas como infección, obstrucción, o cuando el sistema cerrado esté comprometido (categoría II). Si hubiera ruptura en la técnica aséptica o desconexión en el sistema se deberá recambiar la sonda y el sistema colector (categoría IB).